Siempre he sabido que no puedo dejar escapar esos momentos de lucidez que aparecen, en mi caso, casi siempre por la mañana, en donde todo se acomoda, las ideas y los momentos, como preparando la entrada a todo aquello que tiene que venir justo ahí.
Yo que se de lo correcto, de lo bueno y lo malo, simplemente siento algo arriba del estomago que se hace bola y sube a la espalda y me hace temblar como frío, se estaciona en el corazón haciéndose sentir como un latido fuera de lo normal.
Sentí eso hoy, varias veces en el día. Aprovecho que la lucidez no se ha ido, por que es mi naturaleza dejarla escapar y alojar en mi la melancolía a quien parece gustarle mi cuerpo.